viernes, 17 de febrero de 2012

Elecciones en Francia. Disparen sobre los extranjeros...




Hace tiempo que no hago post sobre la ciudad, que al fin y al cabo es uno de los ejes de este Blog, aunque no el único, ni el más importante.
Me sucede una cosa, de sentirme en casa, ahora pasé a tener ganas de irme. ¿adonde? Ni idea.
La campaña presidencial es a la francesa (como todo) y por ende si bien se agradece que no sea "encendida" como es en otros países más latinos que éste (que se jacta aún de ser latino...) es igualmente triste y desesperanzadora.

Hace unas semanas leía un post de mi amigo  Tomás en Europa sobre la creciente xenofobia hacia los inmigrantes en España. Es verdad que cada crisis económica encierra nuevas formas de xenofobia y segregación. Sin embargo, a veces es difícil de comprender que el mismo ser humano que puso un pie en la Luna desarrolle políticas de segregación, disfrazadas de integración. Y así está el mundo.

Los discursos políticos de los últimos días son muy claros. Ya no hay medias tintas, ni hay ninguna noción de "lo políticamente correcto" (parece que esto será archivado como una moda más de los años 90's).
Todos los candidatos se lanzan contra los extranjeros, abiertamente. Nadie, ninguno de ellos sostiene una plataforma de integración, ni de mejoramiento sino más bien un mal trato concreto de esos extranjeros que no sólo quitan dinero al Estado con el seguro de desempleo, sino que sobre todo, molestan, con "sus" culturas, sus costumbres sospechosas, sus colores desagradables y sus lenguas repudiables. Está ya probado que ninguno llegará a ser un buen francés, ni teniendo su pasaporte. Está de más decir que el porcentaje de los que acceden a un seguro de desempleo no son extranjeros y tienen sus pasaportes europeos.

En relación al problema no sorprende que políticos de la derecha como la descerebrada Marine Le Pen o el innombrable presidente rencandidateado otra vez, como re formateado en salvador de la misma catastrofe que ayudó a crear, digan barbaridades xenófobas y seudo racistas (la campaña de Sarkozy inaugurada esta seman se llama "la Francia Fuerte"). Pero me molesta que la supuesta "izquierda" se defina a sí misma como tal, olvidando ciertos logros políticos de otrora, y sumergiéndose ahora en el mismo pantano de "todos contra los putos extranjeros".

Anoche escuchaba al candidato del PS (nada más grotesco y tonto, y encima cuenta chistes malos...!) que decía "yo jamás propuse una legalización de los sin papeles (léase los extanjeros en situación irregular) para dejar bien en claro que él no va a dejar más extranjeros de los que ya incordian por ahí.
Y otra" sobre el voto a los extranjeros residentes hay que aclarar que éstos no son ciudadanos, aunque paguen sus impuestos, sino sólo "residentes", y por ende, se verá la posiblidad de darles el voto sólo a elecciones municipales pero no a elegir el alcalde ni a presentarse como candidatos". Agrego que esta propuesta surgió del PS en los 80, que es de avanzada ideología, copiada incluso en países como España (sorry por los xenófobos) y otros países y sin embargo aquí sigue esperando en un cajón (y seguirá seguramente) su aprobación. (como decimos en mi país, "el día del arquero", es decir, nunca.)

Genial, tal aclaración me hizo entre reír y retorcer el estomágo. Es decir que aunque pagues tus impuestos como un francés, aunque vivas en este puto país y intentes todas las mañanas integrarte comprando tu baguette y hablando el puto idioma, jamás serás un ciudadano. Léase, la negación de derechos cívicos, es casi similar al estado político de una dictadura, de las que sabemos muchos los sudamericanos. Es decir que para el Sr. Holland, un residente extranjero, es sólo eso, alguien que no sólo paga impuestos (yupi!) sino que también contribuye a la falta de mano de obra en sectores donde los franceses no quieren ensuciarse (que paradoja, no? ) como limpiar las casas de las francesas de pura cepa y cuidar los niños de las generaciones futuras puras y perfectas razas de franceses y no, como se denomina aquí a los hijos y nietos de inmigrantes de hace más de 40 años "originarios de la inmigración" (issus de l'immigration) con todo lo despectivo que este concepto denota.

En resumen, ¿puedo tener yo ganas de postear curiosidades de una ciudad o un país que no hace más que rechazarnos a todos los que no hemos nacido aquí y de alguna forma contribuimos al desarrollo de su país? Pues no, la verdad, no.

Lamento en el alma que Paris siga siendo tan idealizada por el universo entero...
Creo que todos deberían vivir una buena temporada y enfrentarse a la cotidianidad de un extranjero, ni siquiera hablo en términos de sectores populares, sino de profesionales, que pueden ser igual de tormentosos.

Así que por ahora, a los enamorados de Paris, a mirar en la guía que encontrarán postales para seguir soñando.... lo que es acá, la cosa está fea, realmente.

Me gustó esta foto que encontré en la net porque resume precisamente eso, ¿no piensan ni los políticos ni los ciudadanos xenófobos que ellos/as también pueden ser extranjeros aunque sea como turistas? Y eso es exponerse siempre al trato de los demás... ay, ay. 

4 comentarios:

Tomás en Europa dijo...

Querida Sil, eso pasa aquí también. Yo, que pago impuestos y seguridad social como cualquier ciudadano, que pago sin subvención el transporte, la luz, el agua y el teléfono; que mes a mes me descuentan las mismas comisiones bancarias y que hago la compra en el supermercado sin avales ni promociones especiales; que no tengo paro porque soy autónomo y mucho más, no puedo votar en las elecciones generales (solo en las locales y comunitarias) y no tengo tarjeta de residente, un DNI como todo el mundo, sino que tengo un folio verde que, peor aún, dice en la parte superior que "no tiene validez oficial".

Y la lista es larga: "vosotros tenéis que aprender a hablar bien el español" (esto dicho por una paleta que no va a "leer al cine", por lo tanto ve todas las películas dobladas) o "no estoy de acuerdo con eso que has escrito" (cuando según la RAE es correcto, pero ellos lo desconocen). Y no sigo porque me empieza a 'subir la mostaza', como diría mi madre.

¿Todo eso no es un poco xenofobia?

Sil de Pencilory dijo...

Pues sí, claro que lo es... yo también tengo más cerezas de tortas incluso en el mundo académico donde supuestamente estudio con "pares" que sospechan de mi CV... tremendo,pero real. En fin, mejor mirar para otro lado y al menos disfrutar un poco el finde. Besos

Anónimo dijo...

Estimada Sra. Mamá,

quisiera tratar de relacionar este post sobre el que escribiste de tu viaje por Buenos Aires. Pasa que, puesto en este contexto, tu paso por la Argentina se revela llamativamente superficial.

Y sí, la ciudad resiste mal el crecimiento económico poco planificado, un gobierno de derechas, y, sí, la inseguridad parece dominar el discurso diario y la acciones de mucha gente. Pero también tenemos una de las legislaciones migratorias más generosa del mundo basada en conceptos amplios de la migración como derecho humano (no te llamó la atención que Buenos Aires estuviera más cosmopolita que en el pasado?).

Es verdad que la ciudad es un caos pero en parte lo es porque, por suerte, como bien recuerda Mario Wainfeld casi todos los domingos en P/12, hay un múltiples actores sociales capaces de movilizarse por sus derechos.

Menciono estas dos cuestiones simplemente porque me ocasionó cierta tristeza que hicieras tantos kilómetros para llevarte tan poco. Yo creo que había más para tomar de lo que las apariencias dejan ver. Pero son opiniones.

Saludos,

r.-

Patricia dijo...

Tal vez deberíamos prestar más atención a la sabiduría popular:
"uno es de donde pace no de donde nace".

A este propósito es interesante el vídeo "Comment devenir français?"
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=fOdsliEhHa4#!