Hace tiempo que no hago post
sobre la ciudad, que al fin y al cabo es uno de los ejes de este Blog, aunque
no el único, ni el más importante.
Me sucede una cosa, de sentirme
en casa, ahora pasé a tener ganas de irme. ¿adonde? Ni idea.
La campaña presidencial es a la
francesa (como todo) y por ende si bien se agradece que no sea
"encendida" como es en otros países más latinos que éste (que se
jacta aún de ser latino...) es igualmente triste y desesperanzadora.
Hace unas semanas leía un post de
mi amigo Tomás en Europa sobre la creciente xenofobia hacia los inmigrantes en
España. Es verdad que cada crisis económica encierra nuevas formas de xenofobia
y segregación. Sin embargo, a veces es difícil de comprender que el mismo ser
humano que puso un pie en la Luna desarrolle políticas de segregación,
disfrazadas de integración. Y así está el mundo.
Los discursos políticos de los
últimos días son muy claros. Ya no hay medias tintas, ni hay ninguna noción de
"lo políticamente correcto" (parece que esto será archivado como una
moda más de los años 90's).
Todos los candidatos se lanzan
contra los extranjeros, abiertamente. Nadie, ninguno de ellos sostiene una
plataforma de integración, ni de mejoramiento sino más bien un mal trato
concreto de esos extranjeros que no sólo quitan dinero al Estado con el seguro
de desempleo, sino que sobre todo, molestan, con "sus" culturas, sus
costumbres sospechosas, sus colores desagradables y sus lenguas repudiables.
Está ya probado que ninguno llegará a ser un buen francés, ni teniendo su
pasaporte. Está de más decir que el porcentaje de los que acceden a un seguro
de desempleo no son extranjeros y tienen sus pasaportes europeos.
En relación al problema no
sorprende que políticos de la derecha como la descerebrada Marine Le Pen o el
innombrable presidente rencandidateado otra vez, como re formateado en salvador
de la misma catastrofe que ayudó a crear, digan barbaridades xenófobas y seudo
racistas (la campaña de Sarkozy inaugurada esta seman se llama "la Francia
Fuerte"). Pero me molesta que la supuesta "izquierda" se defina
a sí misma como tal, olvidando ciertos logros políticos de otrora, y
sumergiéndose ahora en el mismo pantano de "todos contra los putos
extranjeros".
Anoche escuchaba al candidato del
PS (nada más grotesco y tonto, y encima cuenta chistes malos...!) que decía
"yo jamás propuse una legalización de los sin papeles (léase los
extanjeros en situación irregular) para dejar bien en claro que él no va a
dejar más extranjeros de los que ya incordian por ahí.
Y otra" sobre el voto a los
extranjeros residentes hay que aclarar que éstos no son ciudadanos, aunque
paguen sus impuestos, sino sólo "residentes", y por ende, se verá la
posiblidad de darles el voto sólo a elecciones municipales pero no a elegir el
alcalde ni a presentarse como candidatos". Agrego que esta propuesta surgió
del PS en los 80, que es de avanzada ideología, copiada incluso en países como
España (sorry por los xenófobos) y otros países y sin embargo aquí sigue
esperando en un cajón (y seguirá seguramente) su aprobación. (como decimos en
mi país, "el día del arquero", es decir, nunca.)
Genial, tal aclaración me hizo
entre reír y retorcer el estomágo. Es decir que aunque pagues tus impuestos
como un francés, aunque vivas en este puto país y intentes todas las mañanas
integrarte comprando tu baguette y hablando el puto idioma, jamás serás un
ciudadano. Léase, la negación de derechos cívicos, es casi similar al estado
político de una dictadura, de las que sabemos muchos los sudamericanos. Es
decir que para el Sr. Holland, un residente extranjero, es sólo eso, alguien
que no sólo paga impuestos (yupi!) sino que también contribuye a la falta de mano
de obra en sectores donde los franceses no quieren ensuciarse (que paradoja,
no? ) como limpiar las casas de las francesas de pura cepa y cuidar los niños
de las generaciones futuras puras y perfectas razas de franceses y no, como se denomina
aquí a los hijos y nietos de inmigrantes de hace más de 40 años
"originarios de la inmigración" (issus de l'immigration) con todo lo
despectivo que este concepto denota.
En resumen, ¿puedo tener yo ganas
de postear curiosidades de una ciudad o un país que no hace más que rechazarnos
a todos los que no hemos nacido aquí y de alguna forma contribuimos al
desarrollo de su país? Pues no, la verdad, no.
Lamento en el alma que Paris siga
siendo tan idealizada por el universo entero...
Creo que todos deberían vivir una
buena temporada y enfrentarse a la cotidianidad de un extranjero, ni siquiera
hablo en términos de sectores populares, sino de profesionales, que pueden ser
igual de tormentosos.
Así que por ahora, a los enamorados
de Paris, a mirar en la guía que encontrarán postales para seguir soñando....
lo que es acá, la cosa está fea, realmente.
Me gustó esta foto que encontré en la net porque resume precisamente eso, ¿no piensan ni los políticos ni los ciudadanos xenófobos que ellos/as también pueden ser extranjeros aunque sea como turistas? Y eso es exponerse siempre al trato de los demás... ay, ay.
4 comentarios:
Querida Sil, eso pasa aquí también. Yo, que pago impuestos y seguridad social como cualquier ciudadano, que pago sin subvención el transporte, la luz, el agua y el teléfono; que mes a mes me descuentan las mismas comisiones bancarias y que hago la compra en el supermercado sin avales ni promociones especiales; que no tengo paro porque soy autónomo y mucho más, no puedo votar en las elecciones generales (solo en las locales y comunitarias) y no tengo tarjeta de residente, un DNI como todo el mundo, sino que tengo un folio verde que, peor aún, dice en la parte superior que "no tiene validez oficial".
Y la lista es larga: "vosotros tenéis que aprender a hablar bien el español" (esto dicho por una paleta que no va a "leer al cine", por lo tanto ve todas las películas dobladas) o "no estoy de acuerdo con eso que has escrito" (cuando según la RAE es correcto, pero ellos lo desconocen). Y no sigo porque me empieza a 'subir la mostaza', como diría mi madre.
¿Todo eso no es un poco xenofobia?
Pues sí, claro que lo es... yo también tengo más cerezas de tortas incluso en el mundo académico donde supuestamente estudio con "pares" que sospechan de mi CV... tremendo,pero real. En fin, mejor mirar para otro lado y al menos disfrutar un poco el finde. Besos
Estimada Sra. Mamá,
quisiera tratar de relacionar este post sobre el que escribiste de tu viaje por Buenos Aires. Pasa que, puesto en este contexto, tu paso por la Argentina se revela llamativamente superficial.
Y sí, la ciudad resiste mal el crecimiento económico poco planificado, un gobierno de derechas, y, sí, la inseguridad parece dominar el discurso diario y la acciones de mucha gente. Pero también tenemos una de las legislaciones migratorias más generosa del mundo basada en conceptos amplios de la migración como derecho humano (no te llamó la atención que Buenos Aires estuviera más cosmopolita que en el pasado?).
Es verdad que la ciudad es un caos pero en parte lo es porque, por suerte, como bien recuerda Mario Wainfeld casi todos los domingos en P/12, hay un múltiples actores sociales capaces de movilizarse por sus derechos.
Menciono estas dos cuestiones simplemente porque me ocasionó cierta tristeza que hicieras tantos kilómetros para llevarte tan poco. Yo creo que había más para tomar de lo que las apariencias dejan ver. Pero son opiniones.
Saludos,
r.-
Tal vez deberíamos prestar más atención a la sabiduría popular:
"uno es de donde pace no de donde nace".
A este propósito es interesante el vídeo "Comment devenir français?"
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=fOdsliEhHa4#!
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