jueves, 15 de septiembre de 2011

Dibujos infantiles en los años '70. La Familia Barbapapá





Como se ve por aquí, la experiencia de tener un hijo despierta viejos recuerdos de infancia, con los que inevitablemente hacemos una transmisión a nuestros repollos. La manera en la que la hacemos dependerá a su vez de las nuevas experiencias que tenemos como padres y nuestros chicos como tales.

Uno de los recuerdos que vino a mí hace pocos años, antes de tener a Martín, fue el de los Barbapapas. Una serie animada que veía a veces junto a mi primo durante algunas vacaciones de verano que compartimos en casa de mi abuela paterna. Nos encantaba sobre todo la ternura con la cual se resolvían los problemas más cotidianos de cualquier familia.

Al llegar a Francia redescubrí todo ese maravilloso mundo creado en 1970, precisamente en Paris y para ser más específicos, en un parque que me gusta mucho, los Jardines de Luxemburgo.
Talus Taylor de origen canadiense, paseaba con su mujer, Annette Tison por estos jardines y durante todo este paseo escuchaba a los chicos decir algo que no lograba distinguir ya que no hablaba francés, algo como "barbapapa".  Su mujer, parisina, le explicó que se referían a los algodones de azúcar que se venden en los jardines que los chicos tanto adoran, y que en Francia se llaman Barbe à papá (la barba de papá).
Así nació la primera aparición de Barbapapá, un personaje con forma de algodón de azúcar pero con la capacidad de poder transformarse en distintos objetos.



Primero fueron los libros, y luego la serie de TV. El primer episodio lo volví a ver hace poco en la tele y es cuando Barbapapá está triste porque está solo y sus amigos (humanos) lo llevan a la búsqueda de una Barbamamá, dando origen a la familia de 7 hijos.

Tanto los libros como las series fueron traducidas a varios idiomas y se vieron en 40 países, convirtiendo a Barbapapá en una tira popular, si bien no tan conocida.



Desde hace algunos años, los franceses han reivindicado estos personajes, con merchandising, con reediciones y nuevos títulos.

Para mi cumpleaños, mi esposo me regaló uno, llamado Barbapapá Baby sitter. Me hizo mucha gracia pero al mismo tiempo pensé que siendo un libro de 1974, reflejaba el espíritu de época donde las francesas consiguen poco a poco este sistema de guarderías de niños para continuar su emancipación profesional.

Los Barbapapá presentan problemas que son todavía actuales. La relación con la naturaleza, el buen trato a los animales, y la solidaridad como valores de una ética de alguna manera pasada de moda en estas sociedades más modernizadas. Sin embargo, la vuelta a la serie y a los personajes, no sólo reconforta a mi generación (de poder ahora sí comprarnos todos los chiches vinculados a ellos) sino que también augura toda una linda enseñanza a nuestros hijos, que escasea en muchas de las series animadas actuales para niños.

Si no los conocen, acérquense al mundo Barbapapa, su site oficial es  www.barbapapa.fr pero hay mucho más, sobre todo en sus libros.

  

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