viernes, 16 de septiembre de 2011

Mamá en Suiza (pero en Coloquio)




Mamá partió en Coloquio hace un par de días, y vuelve, ahora exhausta, con ganas de tomar ese tren mañana mismo a casa, a besar panza de gato, cuello de papá y piecitos de bebé.

Estar lejos de bebé unos días y volver la cabeza al mundo profesional, en este caso académico, de coloquios y congresos es raro, pero si bien algunas cosas cambian otras no tanto y poco a poco vamos más bien definiendo nuestros perfiles, con bebés en casa o no.

Había otras mamás, pocas hablaban de sus repollos, no es el lugar ni el momento para ellas.
Observo las dinámicas de grupo dentro de estas convenciones y me sigo sintiendo aparte. Los anglófonos por un lado, los francófonos por otro. Estamos en Suiza, un país de vacas con campanas en el cuello, relojes, cuentas bancarias sospechosas, y afiches de derecha de "stop a la inmigración masiva" por todos lados. Podría ver el paisaje de este viaje en tren a Ginebra, con sus colinas de un lado y el lago del otro, pero estoy tan cansada y con tantas ganas de volver a mi casa que prefiero poner un post.

Mamá en coloquio volvió al trabajo por unos días, puso su cabeza a funcionar como acostumbraba y con mucho esfuerzo pudo hacer un buen balance de estos dos días: un score para el sector anglófono, cero score para el francófono que arrinconados en su lado, ignoraron su trabajo, y tomaron muy a mal sus comentarios... como una muestra más de la arrogancia gala, el sector francés (que vení de mi misma escuela, pero de otro laboratorio-¡ahh, debe haber sido eso...!-) inventa un "issue", como dicen los americanos, de tal asunto y me dirigen miradas muy poco amistosas, pero "bonjour, bonjour"...

Mamá en coloquio quisiera poder mandarse a mudar, harta, a casa, a perseguir a bebé que gatea y gatea.
Pero al final, parece que el doudou olvidado de bb en su bolso trajo algo de suerte y remporta algo de buenos comentarios del sector anglófono.

Para terminar, mamá en coloquio en Suiza, se da cuenta de que no podría vivir en este país. No encuentra nada realmente atractivo y no se siente del todo "bien acueillée" como dicen en francés. Y se pregunta, ¿donde, donde diablos encontrará un lugar donde diga, es aquí donde quiero quedarme? A pesar de todo, se prometen fotos próximamente... 


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