sábado, 30 de julio de 2011

Mamás maravillosas, sin derecho a queja.




Hace un tiempo hablaba de lo mal que me caen las expresiones publicitarias de mamás cool, o desestresadas.
Existen ciertos prejuicios hacia el mal humor o el stress de algunas mamás, sobre todo las que estamos dedicadas casi tiempo completo durante los primeros meses de los bebés.
Sin embargo, no existe la misma antipatía hacia los papás, que también pueden ser estresados o mal humorados.

El cansancio físico y el agotamiento mental puede afectar a ambos, sin embargo, en nuestra sociedad, y me atrevo a decir que esto es más global, no existen muchas críticas contra los papás por sus malos estados de ánimos, porque no se los suele relacionar a su paternidad.

Por otra parte si un padre se ocupa más de su niño de lo que “normalmente” se espera de él, se dice que es un excelente padre, un ejemplo un Dios...! Y que afortunada es la mujer que lo tenga a su lado.
Sin embargo, no existe nada parecido como halago a una mamá. No importa las horas que ésta dedique a su repollo, ni el esfuerzo mental o físico que le requiera, nada existe como reconocimiento de ella, porque eso es lo que se espera, y más bien si cesa en sus esfuerzos no se duda en criticarla o en intentar aconsejarla, léase decirle lo que tiene que hacer.

Pienso que la maternidad, al margen del nivel de felicidad que los bebés nos otorgan, también esconde una cara oscura, de altísima soledad. Nadie piensa en el poco tiempo que una mamá tiene para ninguna cosa que no sea cuidar de su bebé, ni en las consecuencias mentales o afectivas que eso acarrea.

Yo intento a veces explicar que realmente no tengo tiempo para nada, y que ya quisisera tenerlo! y suena casi “frívolo”. Sin embargo, el cansancio es real y apenas tengo un momento libre, no pienso otra cosa que en descansar. Apenas puedo leer (en el baño, a veces o antes de dormir). Apenas puedo poner en práctica algunas cosas que me encantaría hacer. Pero esto, es difícil de comprender y si bien nadie nos juzga, nadie dice de nosotras que seamos unas excelentes mamás, excepcionales, maravillosas. Nadie. Sino más bien, que tenemos stress, y estamos de mal humor.

¿qué es necesario hacer para cambiar eso en la mente de la sociedad? Los reconocimientos son más bien del orden de la vejez… se reconocen a las madres cuando son viejas, y están ya prácticamente hechas mierda. Se les hacen canciones y poemas, pero nada existe tan simple y humano como un pequeño halago o sorpresa de todo lo que podemos hacer sin derecho casi a quejarnos de nada….¿es que a nadie le sorprende que podamos hacer tantas cosas con un bebé durante 24 hs todos los días? Se ve que no, porque eso es lo que se espera…

En fin, las vacaciones me pegan a veces por ese lado. 

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