Las Playlists de Martín XXIII. Papageno, el loro musical

Hace mucho, en los comienzos del Blog presentamos a Mozart y su Flauta Mágica, criticando un poco las versiones digeridas para bebés (aquí el post).

Me sigue cautivando el aria de Papageno al final de la ópera La Flauta Mágica, en su aria nº 20, y en la siguiente, al encontrar a Papagena, su alma gemela.

Es innegable que la flauta resalta el aire cuasi infantil de estas dos canciones que elegí para Martín hace unos días. Lo que descubrí es que le hace mucha más gracia si se la canto yo, obviamente en una versión propia, sobre todo la del encuentro amoroso entre los papagenos... "pa-pa. pa-pa-pa- Pa-pa"... Prueben ustedes y verán. Nos encanta!

Toda esta ópera de Mozart se halla plagada de símbolos y significados ligados a la francmasonería, corriente a la cual el autor pertenecía. Es interesante ver que a través de esta obra, Wolfgang transmitía valores filosóficos que en su época se hallaban ciertamente prohibidos. Existen películas sobre Mozart pero la que más me impresionó es una alemana que en español se llama "La verdadera historia de Amadeus Mozart" , siendo su título original "Vergesst Mozart", dirigida por Slavo Huther en 1986. La recomiendo vivamente para comprender un poco más el entorno histórico de este personaje y su cercana relación a la práctica francmasona. Lamentablemente no la he vuelto a ver en DVD, y yo la alquilé en VHS hace miles de años...

Papageno representa un hombre pájaro (viene del alemán pagagei que significa un loro o un ave de plumas multicolores) que no es muy hábil para poder iniciarse en las artes del Maestro, por ende, su figura torpe pero cándida nos encandila en su acompañamiento al personaje principal Tamino, en busca de su amada (Pamina).

Finalmente, Papageno también tiene derecho a encontrar su amorcito, y Mozart lo premia conociendo a la asistente de Pamina, una Papagena. El encuentro y luego el festejo del amor se resumen en estas dos arias casi finales a reproducir al costado.

Me alucina ver la cantidad de Papagenos ilustrados e imaginados que hay en la web, creo que sería un buen ejercicio de imaginación para chicos dibujar uno. (yo elegí una extraída del film de animación de Lotte Reiniger de 1929) Para eso, nosotros debemos esperar un poco porque M es aún un bebé.

Parques y bebés en Paris

Martín está empezando a caminar, de costado y agarrito de nuestras manos y sigue desarrollando su faceta exploradora, en resumen, no hay quien lo pare.

Se hace tan cansador seguirle el ritmo (sumado a que ahora decidió que no quiere dormir aunque se le cierren los ojos de sueño) que empecé a cambiar la rutina y a agregar la visita a algún parque, en modo más extensa.

Antes, íbamos a pasear, a darle su comida y poco más. No era gran fan de los parques en el verano porque hacía mucho calor, y había mucha gente con niños corriendo por todos lados y entonces encontrar un lugar donde poder sentarse en la hierba se hacía casi imposible.

Ahora está empezando el otoño, muchos de los niños y mamás están en la escuela y el clima es más agradable, el sol comienza a ser más tenue y nos dan unas tremendas ganas de aprovechar hasta el último rayo de sol y buen tiempo antes del duro invierno parisino.

Entonces ahora los parques son una gran opción para quemar energías de bebé. Lo primero es revisar si la hierba está limpia y en eso los parques parisinos suelen ser bastante buenos, siempre hay algún lugar donde todos puedan ubicarse a hacer un pic nic sin temor a caer sobre el sorete (caca) de algún perro.

Así, "suelto" a bebé que comienza a recolectar hojas secas, porque descubre texturas y el ruidito que hacen ("crash..." ) le encanta y se cuelga en esta actividad un buen rato. Luego comienza a gatear sobre la hierba, y tira de ella, sintiéndola entre sus manitos.

Hoy nos acercamos a una parte del Parc Leon Salagnac de Malakoff, donde era todo arena y piedrecitas. Fue todo un descubrimiento dejarlo tocar la arena y dejarla escapar entre sus deditos. Aluciné con esta imagen, y si bien fuimos acosados por otros niños ya caminantes (uno nos trajo como ofrenda una zapatilla de su hermana, todo un detalle hay que decir) Martín permaneció concentrado en la arena, marcando surcos y acariciándola.

Todos los parques en Paris tienen "spots" de césped o hierba donde poder reposar y dejar a bebé gatear, aunque siempre hay que seguir de cerca sus pasos para ver donde pone sus manitos, pero suelen ser bastante limpios. Antes de irnos le limpio las manos con el gel de manos y con un poco de agua que llevo siempre en una botella.

Esta semana visitamos el Parc Choisy en el 13ème, que tiene unas fuentes juguetonas, el Parc Georges Brassens en el 15ème que tiene su estanque lleno de patos (es gracioso verlos con el culo para arriba cuando se agachan a comer algo), y el Parc Citroën también en el 15 ème que vale la pena porque su globo aerostático en el centro es ya una cosa que les encanta ver a grandes y chicos, si bien la subida cuesta entre 10 y 12 euros y parece ofrecer una bonita vista de Paris. De todas formas desde allí se puede bajar al Sena y caminar por su rivera hasta la Torre Eiffel, en unos 30 minutos de caminata relajada fuera del turismo.

Seguiré promocionando y reseñando más parques y sus ventajas.

Depresiones, Baby blues y el mito de la mamá perfecta.

Esta semana estrenan una película llamada "Un heureux évenement", una producción francesa que retrata los días de una pareja a punto de tener un bebé. No sé mucho de la misma, más lo poco que he leído en algunas revistas pero trata sobre todo aquello que no cuentan las historias más maravillosas sobre tener bebés y ser padres.

No quiero parecer trágica, negativa o pesimista, pero he sostenido en este blog que casi nadie nos prepara para ser madres, o tener hijos. Como nadie nos dice nada, nosotras tampoco decimos nada si la cosa no funciona como creemos que debería y sé que es difícil incluso relatar nuestro día a día a los más cercanos cuando tenemos problemas o grandes caídas depresivas.

En la maternidad nos dijeron que el 3er día íba yo a tener la famosa "baby blues", una depresión pasajera que -según la maternidad- dura una sola jornada. Sí, la tuve, y mi marido estaba al tanto y pasó.

Pero la cosa empieza cuando llegamos a casa, cuando no sabemos cómo dar atención a esa personita que nos requiere permanentemente y nosotros recién paridas.

Yo tuve una cesárea, lo que equivale a una operación. Y la verdad que en el momento de tenerlo yo lo agradecí, si bien no fue decisión mía sino clínica, aunque el post parto fue horrendo.

La carga de un post operatorio, se puede sumar a lo que implica ser mamá, estar al 100% dispuesta para todo. Pero el cansancio y la falta de sueño van haciendo mella poco a poco.

Para algunas es un verdadero calvario y existe un gran mito sobre la mujer en general que impide que se hable de esto normalmente.

En Francia 1 mujer sobre 10 sufre algún tipo de depresión post parto, sin tener muchas entre ellas ningún antecedente de depresión o de malestar psiquiátrico. ¿A quién le debemos la inmensa culpa que nos pesa día a día y el eterno malestar de sentirnos siempre "no a la altura" de "lo que debe ser una madre"?

El peso de este mito de una mujer perfecta que tiene éxito en lo profesional, en el amor y en su vida doméstica de mamá, tortura a muchas, pero son pocas las que revelan los traspiés o lo comparten con otras mamás. Ni hablar las que comentan que van a terapia (otro tabú!).

Me llamó siempre la atención de escuchar que me digan que "hablara con otras mamás" que eso relaja un poco el peso de las exigencias incumplidas con un bebé (que no duerme, que llora, que no para un minuto, etc.) y sin embargo descubrí que la mayoría omite su vida diaria o la presenta siempre como la más maravillosa de todas.

Yo no me siento orgullosa de estar cansada, con sueño, de querer realmente que crezca y poder dormir otra vez 8 o 10 horas por la noche, y de otras tantas cosas que una pierde al tener uno o varios hijos. Sé, sin embargo que hay una luz al final del túnel donde cada sonrisa y cada nuevo gesto de bebé alegran nuestro pesar cotidiano.

Pero insisto en la desgracia de que las mujeres no hablen entre sí y sostengan tácitamente el mito. Que no podamos llamar o contarle a nadie lo mal que a veces nos sentimos o los picos de histeria que se pueden tener. Escucho más bien comentarios de quienes lo han hecho y los supuestos "listeners" de ocasión mencionan como tal o cual mujer- mamá "se quiebra " "se volvió loca" con cierta ironía.

En Paris existe una clínica modelo, La Pomme, en el 18ème arrondisement, que lamentablemente no ha expandido su funcionamiento a otras, que recibe mamás y las interna con sus bebés. Nada tremendo sino todo lo contrario. Durante el día las mamás pueden incluso salir y dejar su bebé o tienen sino alguien que les ayuda psicológicamente a ir desarrollando sus astucias para la labor maternal. También ayuda psicológica para tratar a aquellas que no pueden sentir un lazo con su bebé y enseñarles a construirlo, poco a poco, sin exigencias y sin pensar que todo viene dado.

El apriorismo maternal, el instinto maternal, es algo que se construye, por más que los más puristas y tradicionalistas insistan con este tema. Recuerden la propaganda de Bledina que colgué hace un par de meses.

Seguiré en otro post mas adelante este tema que me sigue preocupando, el del no-diálogo entre mamás, el eterno encerramiento alrededor de un mito de mamá perfecta que no existe y no nos ayuda a llevar la vida diaria.


El dibujo es de la tira cómica "Baby Blues"

Las Playlists de Martín XXII. Barbès tiene su Orquesta

Hace bastante que no hago playlists... tuvimos unos días separados y ocupados pero hoy retomamos la buena música.

Esta vez se trata del grupo Orchestre National de Barbès.

La ONB como se la conoce por estos pagos, nació en un barrio parisino llamado Barbès (por la cercanía de su estación de Metro) y también La Goutte d'Or o a veces Chateau Rouge. Todo indica el mismo espacio, un pequeño barrio pegado al conocido Montmartre que no goza de las mismas exclamaciones de admiración turística.

La Goutte d'Or es un barrio para mi muy importante, por una razón principal y profesional, y he aprendido a tenerle mucho cariño. Es un pequeño rincón de africanos y magrebíes en Paris. La ONB nace de una unión de músicos, habitantes del barrio, de diferentes orígenes, magrebí, portugués, africano, etc.

Verlos en vivo es realmente lo que vale la pena si bien sus discos son super recomendables. Normalmente tocan tanto en conciertos gratuitos como en lugares privados, y tienen un público fiel que los sigue.

Elegí dos temas, diferentes del último disco. Uno es una versión del tema de los Rolling Stones "Sympathy for the Devil" muy a su estilo, que escuché en vivo y me alucinó. La otra es una canción llamada Residence donde dice "señores, señoritas, señoras si tengo que decirles adiós, sepan ustedes que antes, nosotros peleamos por la nación, antes de la residencia". Haciendo clara alusión a las expulsiones de inmigrantes que Francia aumenta cada año, y de las cuales muchas han sido en este barrio.

Martín los escuchó por primera vez en vivo, desde la panza, y desde entonces le encantan!

Para escuchar, como siempre, buscar en la columna de reproductores de la derecha.

Mamá en Suiza (pero en Coloquio)

Mamá partió en Coloquio hace un par de días, y vuelve, ahora exhausta, con ganas de tomar ese tren mañana mismo a casa, a besar panza de gato, cuello de papá y piecitos de bebé.

Estar lejos de bebé unos días y volver la cabeza al mundo profesional, en este caso académico, de coloquios y congresos es raro, pero si bien algunas cosas cambian otras no tanto y poco a poco vamos más bien definiendo nuestros perfiles, con bebés en casa o no.

Había otras mamás, pocas hablaban de sus repollos, no es el lugar ni el momento para ellas.

Observo las dinámicas de grupo dentro de estas convenciones y me sigo sintiendo aparte. Los anglófonos por un lado, los francófonos por otro. Estamos en Suiza, un país de vacas con campanas en el cuello, relojes, cuentas bancarias sospechosas, y afiches de derecha de "stop a la inmigración masiva" por todos lados. Podría ver el paisaje de este viaje en tren a Ginebra, con sus colinas de un lado y el lago del otro, pero estoy tan cansada y con tantas ganas de volver a mi casa que prefiero poner un post.

Mamá en coloquio volvió al trabajo por unos días, puso su cabeza a funcionar como acostumbraba y con mucho esfuerzo pudo hacer un buen balance de estos dos días: un score para el sector anglófono, cero score para el francófono que arrinconados en su lado, ignoraron su trabajo, y tomaron muy a mal sus comentarios... como una muestra más de la arrogancia gala, el sector francés (que vení de mi misma escuela, pero de otro laboratorio-¡ahh, debe haber sido eso...!-) inventa un "issue", como dicen los americanos, de tal asunto y me dirigen miradas muy poco amistosas, pero "bonjour, bonjour"...

Mamá en coloquio quisiera poder mandarse a mudar, harta, a casa, a perseguir a bebé que gatea y gatea.

Pero al final, parece que el doudou olvidado de bb en su bolso trajo algo de suerte y remporta algo de buenos comentarios del sector anglófono.

Para terminar, mamá en coloquio en Suiza, se da cuenta de que no podría vivir en este país. No encuentra nada realmente atractivo y no se siente del todo "bien acueillée" como dicen en francés. Y se pregunta, ¿donde, donde diablos encontrará un lugar donde diga, es aquí donde quiero quedarme? A pesar de todo, se prometen fotos próximamente... 

Dibujos infantiles en los años '70. La Familia Barbapapá

Como se ve por aquí, la experiencia de tener un hijo despierta viejos recuerdos de infancia, con los que inevitablemente hacemos una transmisión a nuestros repollos. La manera en la que la hacemos dependerá a su vez de las nuevas experiencias que tenemos como padres y nuestros chicos como tales.

Uno de los recuerdos que vino a mí hace pocos años, antes de tener a Martín, fue el de los Barbapapas. Una serie animada que veía a veces junto a mi primo durante algunas vacaciones de verano que compartimos en casa de mi abuela paterna. Nos encantaba sobre todo la ternura con la cual se resolvían los problemas más cotidianos de cualquier familia.

Al llegar a Francia redescubrí todo ese maravilloso mundo creado en 1970, precisamente en Paris y para ser más específicos, en un parque que me gusta mucho, los Jardines de Luxemburgo.

Talus Taylor de origen canadiense, paseaba con su mujer, Annette Tison por estos jardines y durante todo este paseo escuchaba a los chicos decir algo que no lograba distinguir ya que no hablaba francés, algo como "barbapapa".  Su mujer, parisina, le explicó que se referían a los algodones de azúcar que se venden en los jardines que los chicos tanto adoran, y que en Francia se llaman Barbe à papá (la barba de papá).

Así nació la primera aparición de Barbapapá, un personaje con forma de algodón de azúcar pero con la capacidad de poder transformarse en distintos objetos.

Primero fueron los libros, y luego la serie de TV. El primer episodio lo volví a ver hace poco en la tele y es cuando Barbapapá está triste porque está solo y sus amigos (humanos) lo llevan a la búsqueda de una Barbamamá, dando origen a la familia de 7 hijos.

Tanto los libros como las series fueron traducidas a varios idiomas y se vieron en 40 países, convirtiendo a Barbapapá en una tira popular, si bien no tan conocida.

Desde hace algunos años, los franceses han reivindicado estos personajes, con merchandising, con reediciones y nuevos títulos.

Para mi cumpleaños, mi esposo me regaló uno, llamado Barbapapá Baby sitter. Me hizo mucha gracia pero al mismo tiempo pensé que siendo un libro de 1974, reflejaba el espíritu de época donde las francesas consiguen poco a poco este sistema de guarderías de niños para continuar su emancipación profesional.

Los Barbapapá presentan problemas que son todavía actuales. La relación con la naturaleza, el buen trato a los animales, y la solidaridad como valores de una ética de alguna manera pasada de moda en estas sociedades más modernizadas. Sin embargo, la vuelta a la serie y a los personajes, no sólo reconforta a mi generación (de poder ahora sí comprarnos todos los chiches vinculados a ellos) sino que también augura toda una linda enseñanza a nuestros hijos, que escasea en muchas de las series animadas actuales para niños.

Si no los conocen, acérquense al mundo Barbapapa, su site oficial es  www.barbapapa.fr pero hay mucho más, sobre todo en sus libros.

  

Preocupaciones nuevas

Se me hace un poco difícil estar más al día, tengo una larga lista de Posts pensados y ando con poco tiempo. Pero todo me lleva a retomar un tema que ha sido visto varias veces en el Blog, el de las mamás cool...

Hoy justamente en una conversación salía el tema, y yo comenté que a veces me dicen que no parezco nada stressada por la maternidad si bien estamos 24/24 con bebé. Sin embargo, yo empiezo a ponerme en campaña para una posible guardería, al estilo de dos veces por semana que aquí se llaman Halte Garderie. Existen diferentes formas de cuidar bebés en Francia, que permiten de una manera u otra que las mamás puedan volver al trabajo a tiempo parcial o completo. La Halte Garderie está reservada para mamás que no trabajan pero que pueden necesitar un par de días libres. Como doctorante, debo retomar la tesis, y esto me iría bien. Lo de la relación entre el "no trabaja" y el de "doctorante" lo dejo para otro post... Quien tenga una tesis pendiente y un bebé me comprenderá inmediatamente.

Me preocupa un poco cómo reaccionará bebé, pero esto sería para dentro de varios meses cuando ya pase el año. Sin embargo, él parece ya interesado en contactarse con otros bebés, se acerca, y demuestra sus aptitudes y hasta presta juguetes en el tren!

Me preguntaba de donde vienen los prejuicios de las mamás tanto stressadas como cool, ya que ser mamá implica que en algún lado de nuestras cabezas stressamos por algo, por cosas diferentes según las mamás pero el nivel de responsabilidad es siempre tal que es dificil que lo Cool sea extendido al 100% en una vida de mamá de niños pequeños...

Cumplí años hace poco, y el número me tomó por sorpresa, pero hoy sentí lo que será la madurez, digo yo. Tengo que presentar en dos días un paper en otro país, en un idioma que controlo pero que no es el mío, y sin embargo mi preocupación no es la falta de tiempo para prepararme sino la otra semana en la que estaré sola con bebé sin ayuda cercana, aún tentando a varios amigos que vengan a visitarnos a Paris en esa semana.

Creo que todas tenemos nuestros desvelos, sólo que se manifiestan en diferentes lugares de nuestra cabeza de mamá.

Vacaciones: un horizonte lejano

Al Igual que otros países del norte, Francia recomienza su ciclo de trabajo y de clases en el mes de Septiembre, eso se llama La Rentrée. Este momento revoluciona a todo el mundo, y deja a las vacaciones como lejano recuerdo de placer.

Nuestra Rentrée está empezando, poco a poco, pero aún quiero sentir el gustito de los pocos días en Portugal de agosto pasado.
En primer lugar, recordar que viajar con bebés en avión es algo, realmente in-so-por-ta-ble.

Martín lloró desconsoladamente durante el despegue y casi durante todo el vuelo Paris-Lisboa. Lo mismo a la vuelta que pasamos vía Madrid.

No tengo recetas para mejorarlo, intentamos de todo, si alguien la tiene, se escuchan consejos porque nos queda un largo viaje para noviembre...

Portugal, es un MUST que hay que conocer. No sólo es un país lleno de lugares a descubrir, sino que su gente es encantadora, educada y atenta. Casi siempre de buen humor. Viajamos de manera caótica y nos hicieron sentir siempre bien.

Dejo algunas postales de Sintra y Ericeira, dos pueblos de mis preferidos a los que siempre volvemos. Recomiendo en la primera su Museo del Juguete y el Palacio Nacional.

En Ericeira, recomiendo comprar queques, unas magdalenas increíblemente ricas, como casi toda la pastelería portuguesa.

Disfruten de las fotos fresquitas todavía.

Las Playlists de Martín XXI. Freddy en el Bar Esmeralda.

Hay una serie de rituales que recuerdo de mis cumpleaños (mañana!) de casi toda la vida. Entre ellos coincidía siempre con los primeros cambios de temporada, la entrada en la primavera en el hemisferio sur, y ese aire entre fresco y agradable, los primeros brotes verdes de los árboles y de las plantas y un sol mucho más cálido.

También, algunos otros, el cumpleaños de mi abuela un día antes, y de varias y varios otros amigos que cumplen en este mes, todos virginianos de pura cepa, como la que  suscribe este post.

En Paris, el verano se acaba. Llegamos ayer de vacaciones, de unos días de calor suave en Portugal y de un gran calor en el norte de España. Aquí, empieza el otoño, las hojas caen secas, amarillas y los árboles comienzan a desvestirse hasta desaparecer.

Hoy también era el cumpleaños de alguien que ya no nos acompaña. Una reflexión cholula pero que tuvo sentido para mí, como saber que Freddy (Mercury) había nacido también bajo el mismo signo zodiacal que yo.

Mi niño se ha dormido inesperadamente mientras le hacía escuchar "A kind of magic", entre otros éxitos en los que he pensado esta tarde.

Queen, despertó en mí cierta apreciación sonora desde temprana edad. La noche que descubrí que podía escuchar Rapsodia Bohemia en dos canales diferentes (en el oído derecho, una serie de instrumentos y en el izquierdo, otros). Descubrí eso compartiendo unos auriculares con un amigo hace como 20 años, justo antes de saber que Mercury moría. Recomiendo hacerlo y verán las voces como aparecen y reaparecen, es un efecto A-Lu-Ci-Nan-Te.

Hoy, quería homenajearlo y para eso elegí una canción que le hice escuchar a Martín muy bebé, que es de mis preferidas, "Spread your wings" (del disco News of the world, del año 1977) himno de los soñadores que se dejan llevar. Me encanta saber que en la esquina de mi casa de la niñez también hay un Emerald Bar...

Adjunto la letra porque me parece una de las más hermosas, y quería cantársela a Martín en honor al Freddy el día que era su cumpleaños, 5 de septiembre. Ir a la derecha a la columna del reproductor para escucharla.

Sammy was low,

just watching the show,

over and over again.

He knew it was time,

he'd made up his mind,

to leave his dead life behind.

His boss said to him

boy, you'd better begin

to get those crazy notions

right out of your head

Sammy who do you think that you are?

You should have been sweeping,

at the emerald bar.

Spread your wings and fly away,

fly away, far away.

Spread your little wings and fly away

fly away, far away.

Pull yourself together,

'cause you know you should do better,

that's because you're a free man.

He spends his evenings alone,

in his hotel room.

Keeping his thoughts to himself,

he'd be leaving soon.

Wishing he was miles and miles away,

nothing in this world, nothing,

would make him stay.

Since he was small,

had no luck at all,

nothing came easy to him.

Now it was time,

he'd made up his mind,

this could be my last chance

His boss said to him

now listen boy, you're always dreaming,

you got no real ambition,

you won't get worried for.

Sammy, boy don't you know who you are?

why can't you be happy,

at the Emerald Bar?

(So honey) spread you wings and fly away,

fly away, far away.

spread your little wings and fly away,

fly away, far away.

pull yourself together,

'cause you know you should do better,

that's because your a free man.

come on honey (fly with me)...