Una de las cosas que comencé a notar en los meses de embarazo es el bombardeo de productos, material y bibliográfico sobre ser mamá que anda dando vueltas por el mundo. Al vivir afuera de mi país pero al tener contacto aún con amigos y amigas que viven en otros lados, comparo las ofertas y demandas de las mamás.
En Francia al menos, y creo que en Argentina ídem, el furor del porte bebe de tela crece día a día.
Una de mis últimas compras por Internet fue un “echarpe porte bébé”. Super cool, natural, de algodón bio y seguramente de desarrollo autosostenido. (no tendrá mucho que ver, pero todo entra en esta misma bolsa).
Es azul, lo veo mil veces antes de marcar el “panier” y lo compro. Felizmente me sale como la tercera parte de lo que cuesta en una boutique a la calle.
A los pocos días, Martín, mi primer bebé nace prematuramente, pero con un peso de bebé “maduro”, 3 kilos 2oogrs.
El echarpe llega a casa a los pocos días. Con la locura del post parto, ni lo miro.
Sólo al mes se me ocurre usarlo dentro de casa, porque diciembre fue un mes tan frío en Paris que al bebé sólo lo sacamos para ir al pediatra. (Iba a decir “veterinario” cosa que me pasa asiduamente ya que tenemos una gata desde hace varios años…).
Martín apenas entra en la posición “cocoon”… es demasiado grande. Me miro al espejo y me veo con una gran protuberancia de un costado, casi como haciendo contrapeso de mí misma. Ese es mi bebé, dormido… pienso esta imagen en la calle, y lo incómodo que sería, porque al fin y al cabo no protege nada esta tela.
Después de esa tarde de nochebuena del 24 de diciembre, que me lo puse para preparar cosas en la cocina, no lo vuelvo a usar, hasta que los dolores de espalda de cargar a bebé se hacen cada vez más intensos.
Martín entra pero no ya en la posición “acooconado”, sino en la posición siguiente, que en teoría, y según el video de explicación es para bebés de 6 meses o más… pero él tiene 2 y pico, y su cabecita no es aún “autosostenida” y tengo que estar cargándolo con mucho cuidado. Además, no aguanta más de 30 minutos como máximo. Es un bebé inquieto.
Otro bemol, armar el famoso echarpe. Es tan largo y pesado que demoro un siglo. Martín llora y quiere que lo levante pero pesa mucho, entonces corro a agarrar el echarpe y tardo una eternidad hasta que lo puedo cargar a él.
El nudo es un desastre, y Martín queda colgando muy abajo…
Así durante el 3er mes, que salgo en todas las fotos con unas tiras de telas colgando. Martín crece, y pesa cada vez más, es un bebé grande, sí, y la verdad, la tela no me quita el dolor de cadera.
Pienso en las africanas que levantan la cosecha de maíz con el bebé a cuestas. Pero el nudo de ellas es peor aún, porque va sobre las tetas, léase que los bebés africanos suelen ser menos pesados que M, pero con un peso como el de mi bebé arriba de las tetas yo quedaría con las lolas colgando, más de lo que han quedado.
Conclusión, el echarpe me resulta una mierda.
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