viernes, 21 de octubre de 2011

Dibujos infantiles en los años 60's y '70s. El binomio R. Dahl- Q. Blake



Sigo redescubriendo textos e ilustraciones infantiles, y me sigo encontrando con que muchas de las mejores creaciones provienen de las décadas de los '70s y 60's.
En este post me dedico un poco al binomio Dahl-Blake de varios títulos convertidos luego en películas.

Una de las cosas que mencionaba en el post de E. Gorey era el deleite que los chicos tienen por las historias tortuosas, llenas de sorpresas de gente mala y de los logros de gente buena. Es verdad que a veces se reduce todo a esto, al bien y al mal pero insisto en que los niños también quieren saber qué pasa con historias más trágicas, o deliciosamente atormentadas como la de Charlie y su fábrica de chocolate que Tim Burton retratara tan bien en la cara exagerada de Johnny Depp.

Dicen de Roald Dahl y Quentin Blake que jamás se ha dado una pareja creadora tan singular y tan complementaria. Dahl y sus historias ingenuas y sarcásticas, y Blake con sus ilustraciones inmediatas, sacadas de una galera, como recién llegadas al estante del mercado, frescas.

En cuanto a Dahl hay mucho para decir pero yo he leído sólo pocas de sus obras, que aún me dedico a ellas. Mencionaba en otro post que durante esos años dificilmente se hacían traducciones de estos autores al español, eran tiempos duros de dictaduras, supongo será ese el motivo, donde editar era todo un emprendimiento poco recompensado.


Descubrí Dahl de grande, traducido al español en las ediciones (para adultos) de Anagrama de bolsillo, tapas coloradas, recuerdo. Y sin embargo me enteré luego que también era un autor para niños. "Matilda", "James y el durazno gigante", "Charlie y la fábrica de chocolate", "El fántástico Mr. Fox" y tantos otros. Me alucinó leer sobre él que luego de sus trágicas experiencias en cuanto a varios de sus hijos con enfermedades severas, se comprometió en la ayuda para el desarrollo de la ciencia médica en el campo de la neurología. Se trata de una figura multifacética que, entre otras cosas, debe haberle dado ese toque de humor negro frente a la adversidad, un gran elemento narrativo de sus obras. Aquí su site .

Sobre Quentin Blake, en primer lugar, habría que dedicarle todo un gran, gran monumento, o una estatua ecuestre (como dicen los Les Luthiers, "cuestre lo que cuestre") porque es uno de los adalides de convertir al género de la ilustración en una sección más de arte, introduciéndolo no sólo como carrera en la Royal School of Arts de la que fue director durante más de 15 años, sino también honorando el rubro en premios y en una asociación que además realiza trabajos benéficos, todo gracias a la ilustración. Aquí su site.


Quentin Blake tiene un estilo de los que más me gustan: simple, efectivo y tremendamente expresivo. Y lo que más me agrada aún: sólo utiliza tinta china y algunos colores. Todo un artista de la inmediatez.

Voy a continuar este post mas adelante con un libro que he comprado como regalo de Navidad, todo, escrito e ilustrado por Quentin Blake.

Sobre los últimos años rescato dos o tres ediciones de recetas provenientes de los libros de Dahl, ilustradas por Blake y compiladas por Feliciy Dahl, la segunda esposa del fallecido escritor. Aún sin traducción, a ver si alguna casa editora se hace eco de estas maravillas.

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