sábado, 14 de mayo de 2011

Mamás "Cool" y des-estresadas




Me siento un poco abrumada de tanta publicidad diversa sobre mujeres. Es la época que se acerca el verano y ya empezaron a matarnos con propagandas de bikinis, a cuales más pequeños en cuerpos perfectamente dorados ( que tu marido no deja de mirar en la TV)  y sin una mínima arruga, verruga, grasita o rollo.

Me cansa la perfección a la nos someten no sólo los medios de comunicación sino buena parte de la sociedad y hasta de nuestros seres cercanos, con modelos o objetivos que nunca llegamos a cumplir, nunca llegamos, en fin, a arañar siquiera en su forma y gracia.

Recuerdo que hace un año y pico estuvo un poco de “moda” un debate entre feministas varias. Es vergonzoso cómo el feminismo degeneró en cuestiones de lo más absurdas y contradictorias. Una de las discusiones era sobre el uso de los pañales descartables, contra los pañales lavables. Sí, leyeron bien, así como algunos ecologistas creen que se gasta menos agua lavando los platos a mano que en un lavavajillas, existen mujeres, y muchas! que consideran que nuestros bebés deben volver a lo supeustamente natural de lavar pañales.

Recuerdo que mi madre tenía esta remembranza como de lo peorcito de ser mamá, de tener que lavar chiripás y colgarlos al sol para que se desinfectaran bien, hervirlos, etc. Hoy, existen al menos en Francia varias casas y firmas de pañales lavables que presentan diversos modelitos y diseños, para ser lo más cool de todo.

Me importa poco realmente si cada pañal descartable equivale a miles de árboles, porque en algún lugar volvemos a poner a la mujer en su espacio de servidumbre. Si con el lavavajillas se consigue un salto de lavar los platos a que los lave una máquina, con esto volvemos a encerrarnos en labores que nadie hace más que las mujeres.

La discusión en cuestión estaba defendida del lado de los pañales lavables por una suerte de movimiento feminista actual, que se preocupa por la salud de sus bebés al igual que por “el environment”. Del lado de los pañales desechables estaba la filósofa Elisabeth Badinter que como hace 30 y 40 años sigue sosteniendo que el lugar de la mujer en la sociedad sigue siendo, digamos, una mierda( y la razón que tiene). Cobramos menos (en Francia los salarios para mujeres en los mismos puestos que los hombres son de un 23% menor), y no se contempla mucho que podamos ser mamás y empleadas o profesionales, es decir, hay que joderse en un montón de sentidos renunciando siempre a algo, horas con tu niño, o con tu esposo o horas de desarrollo profesional.

Quedo en shock cuando veo que vuelve a resonar el tambor de las mujeres que hoy convertidas en feministas dicen que prefieren ellas hacer la limpieza de la casa que dejárselo a su compañero, o lo mismo para cocinar. Se supone que hablamos de países económicamente desarrollados y en pleno siglo XXI las nuevas jóvenes sostienen muchas veces este discurso machista.

Siendo mamá, además, puede ocurrirte que no tengas ganas de trabajar y sí de dedicarte más a tus niños y sin embargo, para eso, no existen ayudas de ningún tipo. Por ejemplo, los lugares en guarderías son privilegiados para las mujeres que trabajan. No existen muchas opciones de guarderías de menos días o menos horas, sólo por si se te cruza por la cabeza la “burguesa” idea de ir a la peluquería o simplemente ir al médico o llevar el gato al veterinario, o ir al cine!


De todo esto, me siento tremendamente furiosa. Sobre todo cuando ves las publicidades de perfección que no te permiten sentirte tranquila con vos misma si subiste de peso por tener un bebé o simplemente porque te gusta comer lo que sea que te guste. Me cansan las publicidades como esta de una firma de cosas para bebés que llama “mama cool” a una mamá desestressada que pasea a su niño en un lindo cochecito. La mayoría de las veces estamos cansadas, sin dormir, y con ganas a veces de tirarnos por el balcón cuando el bebé no para de llorar por algún mal que no deja de aquejarle o simplemente porque nos malhumoramos cuando no podemos hacer absolutamente nada más que cargar el bebé y nos hemos quedado sin ideas. Y eso que desarrollamos técnicas para tener un bebé en un brazo y con el otro, sacar fotocopias, colgar la ropa lavada, ordenarla y guardarla, o escribir en un ordenador.

Parece que la sociedad se riera un poco de este estado “stressée”y colaborara en NADA para hacernos sentir mejores. Y no sólo “mamás” sino mejores PERSONAS!! 


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