lunes, 6 de junio de 2011

Carta a mis (supuestos) lectores: no más clichés para nadie.





Un poco como los franceses vistos desde afuera, las mamás también gozan de inmensos clichés. Me parte la cabeza la cantidad de blogs de mamás que existen en la red. Descubro miles, pero MILES de direcciones en diferentes idiomas que tratan de cómo ser (sobre todo) una pésima madre sin culpas o simplemente compartiéndolas.
Pero me siento lejos, como siempre, aislada de este tema (y tal vez no lo esté tanto, quien sabe). Aunque tener un bebé sirvió como excusa para crear este espacio propio.

Yo escribo este blog porque me permite, en primer lugar escribir en mi propio idioma, algo que a veces siento que pierdo, y siempre me ha gustado hacer. Porque tengo ganas de escribir sobre estas cosas que escribo que no son ni más ni menos interesantes supongo. Soy conciente de tener pocos aportes para la maternidad actual, pero tampoco encontré aportes en ninguno de los blogs de mamá que visité, porque esencialmente me aburre leer de otros niños y de otros problemas (ya los tenemos en casa, con lo cual… leer más de otros!?).  Sé que deberían haber cosas compartidas pero he encontrado pocas respuestas.

Me identifico más con las mamás-personas. Creo que a partir de que tenés un hijo parece que todo y todos te meten en otra bolsa. Una gran bolsa donde tenés otras responsabilidades y supuestamente cambiás radicalmente tu vida. Yo no siento que haya cambiado tanto si bien, muchas cosas hay que ya no puedo hacer, pero sí hago otras, en fin.
Me gusta pensar que además de mamás seguís siendo la misma persona, (con kilos de más o de menos, con las tetas caídas, etc) y listo. Poco que decir sobre eso. Yo, lo que quiero compartir, son mis cosas, mis intereses y mis debilidades en gustos, donde a veces entra, por supuesto mi hijo como la música, y donde entrará en otras cosas cuando empiece a ser más grande.

Seguiré en esta tónica aunque tenga un promedio de entradas infinitamente ínfimo y menor al de los grandes y exitosos Blogs de mamás, que buscando diferenciarse del estereotipo, caen en otro estereotipo. El de la mamá que se siente super guay porque se manda cagadas, se la suda (o se caga en el asunto) y porque además, es una profesional y a gusto pleno no pasa todo el día en casa. Creo que las culpas de mamá, siempre se tienen, y no hay mejor lugar que el diván del analista para tratarlas, más que un blog, incluso habiendo hecho uso un poco de él.

Me parece que nos olvidamos de algunas otras realidades. Las madres que no tienen un puto momento para sentarse frente a un ordenador (o no tienen un puto ordenador! ) o no tenemos familiares cercanos que nos ayuden o nos rompan las pelotas de cerca, o no tenemos niñeras, o luchamos con una tesis de doctorado o simplemente las personas que son mamás con ganas, aunque sí, tengamos ganas de tirarlo/a por el balcón cuando no para de llorar y no sabemos qué más hacer.
Eso, si me leen mamás, yo, feliz de la vida, tanto como si me leen mamás-y papás personas, normales, corrientes y sin tantos clichés que siguen y siguen imponiéndonos aún diciéndonos que nos imponen clichés y responsabilidades!!! Y más feliz aún si me lee gente!(parece que no lo fuéramos ya según algunos blogs de mamis) papás, abuelas, tíos, tías, solos y solas. Como si no me lee nadie, que al final quede esto como un cuaderno de notas que se lleva durante algún tiempo.

A disfrutar de la vida, TODOS y TODAS, como quiera que sea y por favor, sin clichés de ningún tipo­. Y de los clichés franceses prometo hablar más adelante, sin falta.
La imagen es extraída de la película de Cedric Villain “Cliché”, de la que hablaré en el próximo post.

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